Maldita A4200

Ayer nuestras comarcas se despertaban con un nuevo accidente en la «maldita» A4200, entre Baza y Benamaurel. Otra persona se dejaba la vida en el trayecto al trabajo y dejaba a su familia y amigos destrozados para siempre.

Especialmente duro fue esta vez para mí; ayer tuve la mala suerte de llegar al punto del accidente apenas un par de minutos después de que ocurriera, dejando para siempre en mi cabeza imágenes y sensaciones que no se borrarán.

Tengo que reconocer que uno de los motivos que me empujó a entrar en política fue esta carretera. Desde el año 2007-2008 empecé a denunciar su estado a través de varios canales, e incluso creé una plataforma en Facebook con fotos y vídeos de la carretera. «Seguro que desde la política», pensé, «es desde dónde hay que cambiar estas cosas». Estar dentro del sistema para intentar cambiarlo, no desde enfrente. Siempre ha sido esa la forma en que he entendido el compromiso político.

Ayer tuve una gran sensación de fracaso personal, de responsabilidad en lo ocurrido, y de lo que pueda ocurrir. Llevo ya varios años en política, sin parar de reivindicar el arreglo de esta carretera; y no han servido para nada. Yo sí me siento en parte responsable de los accidentes que ocurren en esta carretera; porque la gente te vota en las elecciones para que soluciones sus problemas, para que ayudes a mejorar una comarca, para que seas la «punta de lanza» de sus reivindicaciones. Y si no se consiguen los objetivos, se fracasa.

Hoy es un día triste para mí, pero no llega ni a parecerse a la que sienten y sentirán para siempre los familiares de las personas que se dejan la vida en esta carretera. A ellos les doy ánimos, a ellos les pido perdón por el objetivo no cumplido, y también les digo que no descansaré hasta conseguirlo.